Gracefulboy
135 x 125 cm
mixta sobre impresión digital
2014
Las obras confrontan al espectador al intentar definir la técnica empleada, es pintura, sin embargo la presencia de lo digital compone buena parte de la imagen, tanto desde su concepción previa, como en su proceso material. También con el archivo de imágenes que representa pertenecen al universo de lo mediático, al imaginario colectivo son imágenes sin dueño que habitan hasta nuestros recuerdos más íntimos, están en cada una de sus obras algunas son absolutamente reconocibles para el observador, pero el resultado de este proceso de yuxtaposición al que las somete resulta en una declaración muy seria de algo que en apariencia es solo superficie.
Hay una insistencia casi maniaca en la reelaboración del cuadro, una necesidad de repetición. Aquí el acto de pintar le reclama a la memoria visual la definición de lo que se es. Le interesa que el resultado final sea la posibilidad casi infinita de variación que cualquier imagen tiene en el momento en que es apropiada por la pintura